Hace ya cuatro años que sentí los nervios y la ilusión de entrar a la carrera. Tengo que admitir que empecé algo preocupada por cómo marcharía este nuevo plan de estudios, pero centrándome en esta asignatura, lengua y literatura española para la educación primaria, creo y espero que se puede acercar mucho a lo que todos buscamos y hemos echado en falta durante este tiempo; trabajar de acuerdo a situaciones pragmáticas, es decir, la situación real de aprendizaje, considerando a los alumnos, sus características y su entorno, y poner en práctica toda la teoría que en estos años hemos machacado. Porque yo me pregunto... ¿ De qué me sirve saber tantos conocimientos si luego no sé trabajarlos debidamente, adaptarlos a la diversidad de alumnos y situaciones...?
Con respecto al artículo, Universidad y lectura, es evidente que muchas personas llegan a la universidad con importantes carencias en la comprensión lectora, algo que resulta inadmisible, porque a la universidad acudimos de manera voluntaria a formarnos en una área específica, no a trabajar la lectura como venimos haciendo desde primaria. Creo que el problema de esta situación radica en el poco hábito lector y el gusto por leer del alumnado.
Esta dejadez por la lectura pienso que en muchas ocasiones (no en todas quizá) viene por la escasa motivación y entusiasmo que sienten los alumnos por las lecturas escolares, siempre impuestas, sin posibilidad de opciones y sujetas a examen.¿ Por qué sólo hay la posibilidad de realizar un examen para comprobar que los niños han llevado a cabo sus lecturas?
Es posible, que una alternativa seria plantearles un análisis conjunto del libro,toda la clase de manera oral, en el que todos participen opinando sobre el libro, las escenas que más les han gustado, las distintas interpretaciones que se le pueden dar, qué cambiarían, qué han sentido con él... de modo que este tipo de lectura resulte más abierta,expresiva y comunicativa y no cerrando las posibilidades a una única respuesta correcta en un examen.
Solucionar este problema actual está en nuestras manos como futuros docentes, proponiendo nuevas formas de abordar la lectura y dando mayor abanico de opciones sobre éstas en cuanto a sus géneros, de manera que los alumnos puedan descubrir cuál es aquel que más les agrada y les despierta las ganas de leer para así, promover que ellos mismos continúen leyendo por cuenta propia.
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