Mi nombre es Zhalía y soy muy pero
que muy vieja y también un poco fea. Tan vieja que hace muchos años me convertí en una bruja. Además, también para que me conozcáis soy la tía de Zanti y Zaquel, son mis adorables sobrinos, aunque a veces me sacan de quicio porque se portan mal.
Soy la bruja del mundo de las flores y todo el mundo sabe quien soy. Todos me tienen miedo pero no sé bien el por qué. A mi, tan solo, me gusta ayudar a la gente con sus problemas, ayudarles a poner solución a sus preocupaciones y darles consejos.
Soy la bruja del mundo de las flores y todo el mundo sabe quien soy. Todos me tienen miedo pero no sé bien el por qué. A mi, tan solo, me gusta ayudar a la gente con sus problemas, ayudarles a poner solución a sus preocupaciones y darles consejos.
A
veces, me pongo un poco triste porque me siento sola y nadie se acerca a
mi por el miedo a que les haga algo malo. Nadie confía en mi ni quieren
ser mis amigos. Muchas veces veo por el mundo de las flores a niños y niñas con los cuales me gustaría ir a pasear, al cine a comer palomitas o la feria, pero como siempre me toca aguantarme por ser una bruja. Me he dado cuenta que ser bruja son todo inconvenientes.
Como estoy todo el día sola y aburrida hace un tiempo me compré un gato para que me hiciera compañía y así no sentirme tan sola. Cuando me acuesto a dormir por las noches, me gusta que mi gato se meta conmigo en la cama, porque así no paso frío ni miedo, pues a pesar de ser una bruja piruja, soy muy miedosa.
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