martes, 15 de octubre de 2013

Los clásicos redivivos. Invasión zombi en la educación literaria

Paseando por la red en busca de una noticia algo diferente, pero siempre dentro del ámbito de la educación y del área de Lengua y Literatura he encontrado el siguiente articulo de hace algún tiempo pero muy interesante y además, muy acorde a la temática de nuestro blog.

Se trata de un artículo de nuestro querido profesor José Rovira, o si lo preferís, su otro yo, "ONE". Es una reseña a cerca de la literatura zombie, donde nos da a conocer obras clásicas de la literatura como "Orgullo y prejuicio y Zombies"," El Lazarillo Z. Matar zombis nunca fue pan comido"" La casa de Bernalda Alba Z" que han sido "zombificadas" .
Sin duda, he quedado muy sorprendida, no conocía estas versiones y creo que pueden llegar a ser muy interesantes y válidas para nosotros como futuros docentes a la hora de trabajarlas en clase.
!Arriba la motivación y el ingenio!

Aquí os dejo un fragmento del artículo, en el que Rovira, nos invita a utilizar estas obras zombificadas como un elemento de diversión y animación a la lectura, de manera que los alumnos puedan sentirse más próximos a la literatura, una lectura más fictícia y amena por el elemento de los zombis pero que no deja de recrear la esencia de la obra original.


Zombificados, ¿Referentes útiles para la educación literaria?


Muchos pueden dudar de la utilidad de estas “aberraciones” y pensar que son más sacrilegios que juegos literarios. Son obras muy recientes que en ningún caso deben plantearse como sustitutos de los textos clásicos, sino otras formas de acercarlos al alumnado. La motivación y la lectura de textos más cercanos al público actual son bases para desarrollar la educación literaria, que por supuesto debe incluir estos referentes clásicos. La cuestión es plantear si la adaptación trabajada es útil. Jugar con los referentes y mezclar personajes de distintas tradiciones es algo que ya plantea Rodari en su Gramática de la Fantasía. El fin último es aprovechar los gustos actuales para introducir los personajes clásicos en el aula y sirve para cualquier etapa. Por ejemplo, el Cid, primer héroe de nuestra literatura, realizó su última gesta como “zombi”. Como última “aberración”, en 2010 planteamos dicha adaptación en otro protagonista de nuestra literatura, Miguel Hernández. Su biografía marcada por el amor, el dolor y la muerte, puede ofrecernos varios episodios para ser zombificados, para quizá así hacerlos más llamativos al alumnado. Hacer una relectura “zombificada” o quizá mejor “vampirizada” de poemas principales como el “Vals de los enamorados” o fragmentos de la “Elegía a Ramón Sijé” pueden parecer un sacrilegio, pero viendo el éxito que tiene en la actualidad dichos personajes, podemos asegurar una clase divertida y animada, donde todo el alumnado participe de la lectura y del juego, ya que al fin y al cabo solo se trata de eso.

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